Escuchar con la intensión de comprender incluye mucho más que registrar, reflejar o incluso comprender las palabras pronunciadas. En la escucha empática, uno escucha con los oídos, pero también con los ojos y con el corazón. Se escuchan los sentimientos, los significados. Se escucha la conducta. Se utiliza tanto el cerebro derecho como el izquierdo. Usted percibe, intuye, siente. La escucha empática nos proporciona datos precisos. En lugar de proyectar nuestros propios pensamientos y prejuicios y dar por supuesto ciertos pensamientos, sentimientos, motivos e interpretaciones, abordamos la realidad que está dentro de la cabeza y el corazón de la otra persona.Escuchamos para comprender. Nos concentramos en la recepción de las comunicaciones profundas de otra alma humana. Buscar comprender primero y después ser comprendido es la esencia del respeto a los demás.